Actualmente no se puede hablar de salud global sin señalar la importancia que tiene vivir en casas saludables. El concepto de Biohabitabilidad nació en 1991 de la mano de Mariano Bueno, durante el Congreso de Salud y Hábitat celebrado en Barcelona. Hace referencia a “aquellos parámetros que son necesarios para que una casa sea sana para la salud de sus moradores y de su entorno”. Aquí tienes este decálogo publicado por la Asociación de Estudios Geobiológicos (GEA) de Benicarló (Castellón), que contribuirá a que puedas hacer de tu hogar un lugar más saludable para ti y los tuyos.
1.- VIVIENDA Y ENTORNO
Elección del emplazamiento de la vivienda, ambientalmente más favorable e integración urbanística positiva acorde con la arquitectura local y con el entorno (campo, pueblo, ciudad…). Así mismo, primando los espacios exteriores cuidados y también una abundante vegetación (zonas arboladas o boscosas, parques…).
2.- EVALUACIÓN GLOBAL DE LOS FACTORES DE RIESGO EN TORNO A LA VIVIENDA
Ruido y contaminación acústica, fuentes de contaminación electromagnética (líneas de alta tensión, subestaciones eléctricas, transformadores, antenas de telefonía móvil o de telecomunicaciones), así como, fuentes de contaminación ambiental (vertederos, industrias contaminantes, incineradoras…), que permiten a una vivienda ser saludable para sus moradores al estar en un entorno saludable.
3.- ESTUDIO GEOBIOLÓGICO DEL EMPLAZAMIENTO DE LA VIVIENDA
Y especialmente de los espacios de larga permanencia (dormitorios, lugares de trabajo…), evitando las zonas de intensa radiación terrestre, las alteraciones telúricas o geofísicas , además de las cruces de líneas energéticas, así como, eligiendo las zonas favorables para la salud y la vida.
4.-AUSENCIA DE CONTAMINACIÓN ELÉCTRICA O ELECTROMAGNÉTICA EN EL INTERIOR DE LA VIVIENDA
Evitando la proximidad de fuentes de contaminación electromagnética y además realizando instalaciones eléctricas biocompatibles en la vivienda (por ejemplo: apantallamiento de cables, correctas tomas de tierra, sistemas de desconexión eléctrica automáticos…).
5.- CRITERIOS DE BIOCONSTRUCCIÓN
En la biohabitabilidad el diseño bioclimático que aprovecha los recursos de la naturaleza, para climatizar el edificio. Elección razonada de los sistemas constructivos y de los materiales, primando el que sean lo más eficientes, confortables, así como saludables y ecológicos . Primar el ahorro energético y también el uso de energías limpias y renovables.
6.- MATERIALES SANOS Y ECOLÓGICOS
Elección de los materiales, como por ejemplo pinturas, acabados, mobiliario y elementos decorativos, según criterios de biocompatibilidad y medioambientalmente respetuosos (ecológicos). Así mismo, los materiales deben favorecer la salud de los moradores, ser transpirables, pero también de baja emisión radiactiva y ausentes de compuestos químicos potencialmente tóxicos.
7.- CALIDAD DEL AIRE INTERIOR
Mantener una constante renovación del aire interior y una adecuada ionización. Así como, evitar la introducción en la vivienda de elementos de construcción o decoración y de productos de limpieza, sobre todo con sustancias químicas potencialmente tóxicos, para la salud o agresivas para el medio ambiente. En conclusión, optar por una química “suave” y poco agresiva. Así como, hacer amplio uso de las plantas para la purificación y limpieza del aire interior.
8.- ILUMINACIÓN NATURAL
Es importante, la orientación de las fachadas principales al sol, amplias aperturas y elección de lámparas y sistemas de iluminación artificial de máxima eficiencia, así como bajo consumo energético y alta calidad biológica (espectro solar completo).
9.- ÓPTIMA GESTIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES
Evitar la generación de excesivos residuos domésticos, con un consumo responsable y la separación selectiva en casa. Gestión responsable del agua (ahorro, reciclaje y depuración ecológica). Del mismo modo, elección de los alimentos sanos y también de procedencia de cultivo ecológico.
10.- RESPONSABILIDAD DE LA VIVIENDA CON LA VIDA, LA SALUD Y EL ENTORNO
Promoviendo que las viviendas sean diseñadas, construidas o rehabilitadas, así como, con criterios de conciencia y responsabilidad medioambiental. Pensando en biohabitabilidad , debemos ser conscientes de la implicación que la vivienda ejerce, en primer lugar, en la salud de sus moradores y en segundo lugar, como factor de riesgo o de impacto medioambiental. También, procurando que las casas y lugares de trabajo, cumplan en la medida de lo posible, así como unos criterios mínimos de higiene energética e implementen de forma progresiva los criterios de BIOHABITABILIDAD.